La importancia de la malta para gatos

La malta para gatos es una especie de pasta, presentada normalmente en un tubo, natural utilizado para ayudar a tu felino a mejorar su digestión y tracto intestinal.

Al ayudar al gato a que tenga una mejor digestión y cuidar el funcionamiento del tracto intestinal, le resultará más fácil expulsarla mediante las heces.

La pasta de malta para gatos suele tener un color similar a la miel y una textura tirando a densa, parecida a la de un dentífrico, para que te hagas una idea.

Su composición suele ser la siguiente:

• Aceites
• Grasas vegetales
• Extracto de malta
• Fibra
• Derivados lácteos
• Levadura

Dependiendo del fabricante la composición puede variar, pero la base siempre suele ser la misma, el extracto de malta.

El problema es, que con cada sesión de limpieza, el gato se lleva algún que otro mechón de pelo para dentro y se lo traga.

Estos mechones son los que se van juntando llegando a crear una gran bola de pelo que es la que dará problemas a tu gato.

Si esto sucede las consecuencias para el gato pueden ser variadas:

• Desde la más leve que simplemente será una pequeña tos mediante la cuál se expulsará el pelo
• A relativamente grave, en la que el pelo ha pasado del esófago llegando al estómago, lo que provoca vómitos o falta de apetito.
• Grave, cuando la bola de pelo se haya alojado en el intestino grueso obstruyéndolo, lo que provoca estreñimiento y falta de apetito. En este caso lo más seguro es que acudas al veterinario lo más rápido posible.

Para evitar todos y cada unos de estos posibles escenarios existe la malta. Gracias a la malta, ayudamos a la digestión de tu gato y a la eliminación de las bolas de pelo de manera natural, es decir, mediante las heces.

¿Cómo usar malta para gatos?

La malta para gatos es muy sencilla de utilizar, principalmente por como viene presentado.

Por norma general, la gran mayoría de los gatos les encanta este producto y lo tomarán directamente del envase con grandes lametones.

Si este es el caso de tu gato no tendrás ningún problema. Simplemente abre el envase, aprieta un poco para que salga la malta y deja que el gato haga el resto .

En caso de que tu gato no sea de los que lo toman directamente del envase, no te preocupes que hay otras formas de dárselo.

Una de las opciones es untarle un poco de malta en la pata o patas delanteras para que el gato lo lama. Seguramente no le agrade y te mire mal, pero como tendrá que limpiarse, aprovechamos el lametón para que se lo coma.